martes, 26 de noviembre de 2013
Visualización ultimos resultados científicos sobre Cambio Climático
Video de 4 min (Climate Change: The state of the science) presentando visualizaciones de algunos de los resultados contenidos en el reciente informe del WG-I del IPCC, el primero de los informes del quinto informe IPCC sobre cambio climático (AR5) que se completará el año que viene con los informes de los WG-II (impactos, adaptación y vulnerabilidad) y WG-III (mitigación).
Emisiones y flujos de carbono
Desde este mes de Noviembre está disponible el Global Carbon Atlas, que facilita la exploración y análisis de los datos relativos a las emisiones y flujos de carbono en la Tierra, tanto actuales como pasados, con muchas opciones para visualizarlos y ver cómo han ido evolucionando.
También proporciona un recorrido histórico visual de cómo han evolucionado las emisiones y concentraciones de CO2, así de cómo pueden seguir evolucionado en el futuro según los distintos escenarios a los que podemos optar (junto a una indicación de sus implicaciones).
Abajo tres visualizaciones de los años 2012 y 2011 de cómo se reparten geográficamente las emisiones de combustibles fósiles, tanto en cantidades totales como de forma específica per cápita y por unidad de PIB. No deja de ser sorprendente cómo llega a cambiar la foto según el 'filtro' con el que observemos la realidad...
También proporciona un recorrido histórico visual de cómo han evolucionado las emisiones y concentraciones de CO2, así de cómo pueden seguir evolucionado en el futuro según los distintos escenarios a los que podemos optar (junto a una indicación de sus implicaciones).
Abajo tres visualizaciones de los años 2012 y 2011 de cómo se reparten geográficamente las emisiones de combustibles fósiles, tanto en cantidades totales como de forma específica per cápita y por unidad de PIB. No deja de ser sorprendente cómo llega a cambiar la foto según el 'filtro' con el que observemos la realidad...
Distribución global emisiones totales de CO2 (Global Carbon Atlas).
Distribución global emisiones per cápita de CO2 (Global Carbon Atlas).
Distribución global de emisiones de CO2 por unidad de PIB (Global Carbon Atlas).
martes, 19 de noviembre de 2013
El cambio climático y la era de la estupidez
El clima cambia, pero nosotros no … Es como si una tara
estructural de nuestro sistema socio-político nos impidiera reaccionar a pesar
de las evidencias científicas e incluso de las realidades que ya podemos ver a
nuestro alrededor. Parece que como especie estamos esperando a mayores ‘evidencias’
de las que ya tenemos sobre la certeza del cambio climático y de la inequívoca
responsabilidad de la actividad humana sobre el mismo, a ese tipo de evidencias
que, tratándose de un sistema altamente no lineal como el clima, cuando las
tengamos delante serán como el martillazo final de una sentencia por la
imposibilidad de revertirlas… Si, realmente es ‘mala suerte’ que el cambio
climático se haya destapado antes de que el ‘homo stupidus’ saliera de la Era de la Estupidez (película interesante para los que no la hayáis visto)
para evolucionar hacia algo que hiciera
algo más de honor a ese pretencioso calificativo de ‘homo sapiens’.
Actualmente está teniendo lugar la COP19 (Cumbre del cambio
climático de la ONU) en Varsovia. Esta COP19 está pasando bastante
desapercibida, tanto por lo que respecta a su reflejo en los medios de
comunicación, por lo que respecta a la sociedad en general. Han pasado ya 4
años desde la COP15 en Copenhague, la última Cumbre de Cambio Climático de la
ONU que movilizó cierta ilusión en la sociedad por la posibilidad de que sus
gestores políticos podían llegar a marcar la diferencia al pasar a la acción
responsable. Pero nada de nada: Tan solo decepción total por la incompetencia, irresponsabilidad e
incapacidad de nuestros representantes políticos, lo cual probablemente
explique gran parte de la insensibilidad y desapego de las siguientes cumbres
como la actual COP19, en esta paulatina profundización en el desengaño y
decepción con el sistema político actual.
Pero como sociedad estamos cometiendo un grave error si la
reacción ante esta decepción es tan solo la apatía: El problema del cambio
climático no se puede poner dentro de un armario y mirar para otro lado, tal y
como hacen nuestros representantes políticos. La realidad no funciona así, y el
problema dentro del armario sigue engordando de forma exponencial, de tal forma
que cuando salga (no porque abramos nosotros la puerta, sino directamente
porque reviente el armario…), el ‘monstruo’ ya será totalmente intratable.
Si hemos perdido la confianza en nuestros representantes
políticos, hay que cambiarlos, así como el sistema de representación política
para que por un lado represente realmente a la sociedad, y por otro lado podamos
exigir responsabilidades. Simplemente el
ignorarlos no sirve, porque en foros como la COP19 siguen pasando cosas (Japón reduciendo drásticamente sus objetivos de reducción de emisiones, Australia intentando desmarcarse de los mecanismos que puedan articular compromisos globales de emisiones, sensación de impunidad total ante otro fracaso en el avance de las negociaciones para reducir las emisiones,...) que van
en la dirección contraria que deberíamos llevar, y el estancamiento persistente
en el que acaban sumidos estos foros no hacen más que dificultar la capacidad de
actuación responsable.
E inputs para reactivar el tono de la actitud frente al cambio climático no faltan: La primera parte
del quinto informe del IPCC (AR5) se hizo pública a finales de septiembre, y
tal y como comentamos más abajo, este informe (y la evolución de los informes
del IPCC a lo largo de los últimos 23 años) coloca datos contundentes encima de
la mesa para exigir una actuación inmediata y responsable. La realidad, adelantándonos sin
contemplaciones por ambos lados, también estuvo presente al inicio de la COP19
con la emotiva sensación de urgencia transmitida al principio de la cumbre por
la delegación Filipina a raíz de la destrucción del tifón "Haiyan".
Pero nada, parece que el callo desarrollado a lo largo de estos años por
nuestros representantes en estos foros de negociación es capaz de absorber y
metabolizar prácticamente cualquier cosa (excepto el Cambio Climático…).
La evidencia se despliega ya ante nuestros ojos, pero el cambio climático es un problema en el que lo más estúpido que se puede hacer es esperar a que se acumulen evidencias para convencer a los que siguen queriendo mirar a otro lado. Cuando ese despliegue de evidencias esté delante de nosotros, la no linealidad del sistema climático impedirá cualquier acción remediadora. Por tanto, y aunque parezca de perogruyo en el contexto de nuestra sociedad tecnológica, debemos apoyarnos en la capacidad de previsión que nos proporciona la ciencia para tomar decisiones responsables hoy.
Decisiones que estamos tomando hoy, como las correspondientes a la planificación energética (en España ejemplarizada por la absoluta irresponsabilidad de nuestros representantes políticos por lo que respecta al cambio climático), o incluso la salida de los procesos de crisis que estamos atravesando,..., van a poner las pautas del impacto que ejerceremos en el clima las próximas décadas, siglos y milenios: Es totalmente absurdo e irresponsable tomar estas decisiones mirando a otro lado.
De hecho, no deja de resultar irónico que la salida del
periodo de crisis que estamos atravesando actualmente llegue a convertirse en
excusa y justificación para dejar de prestar atención a la crisis climática que
se avecina, de una intensidad muy superior a la crisis que estamos atravesando
ahora, y que las decisiones que toman políticos irresponsables en este contexto
no hagan sino poner los cimientos para acelerar la llegada de la gran crisis.
En definitiva, en términos de la ciencia del clima, la clase política actual
está actuando como un mecanismo de feedback positivo, realimentando y amplificando
la crisis ambiental. Realmente hay necesidad de romper este proceso de
realimentación, y mucho me temo que tan solo una redefinición de la estructura
del sistema socio-político pueda hacerlo, pero ¿ estamos preparados como
sociedad para articular este cambio?
Veamos cuales son los datos más frescos que tenemos sobre la
mesa para informar el posicionamiento y toma de decisiones por lo que respecta
al cambio climático:
El modelado del sistema climático es muy complejo como
consecuencia de la no linealidad, complejidad y diversidad de los mecanismos que
lo gobiernan. Como profe de mecánica de fluidos y transferencia de calor que fui
durante más de 15 años, recuerdo a finales de los noventa y principios de siglo
cómo yo mismo ponía en cuarentena algunas de las previsiones de los modelos
como consecuencia de la incertidumbre asociada al proceso de modelado. Pero hay
dos realidades que no hay que tener presentes:
·
La ciencia nos proporciona herramientas para
explicar la realidad y permitirnos avanzarnos a la respuesta de nuestro entorno
ante distintas actuaciones, proporcionándonos de esta manera capacidad de
previsión y de diseñar. Es perfectamente posible que los ‘modelos’ que usemos
no sean perfectos, pero esto no les resta ni mucho menos utilidad a la hora de ser
empleados para gestionar nuestra interacción con el entorno. De hecho en
ocasiones es todo lo contrario por ser capaces los modelos simplificados de
condensar los aspectos esenciales hasta el punto de que los podamos comprender
y manejar adecuadamente. Vivimos rodeados de tecnología que se ha desarrollado
en base a esta capacidad de previsión que nos proporcionan los modelos, y la
inmensa mayoría de los modelos ingenieriles que se han empleado para
desarrollar los elementos tecnológicos que forman nuestra realidad de hoy, no
son modelos perfectos, sino modelos simplificados, y en ocasiones el origen de
la simplificación no es otro que nuestra actual ignorancia o incapacidad de
modelado con los medios de cálculo actuales de los fundamentos físicos que
rigen los procesos involucrados. Un ejemplo muy cercano: El motor de combustión
interna de nuestro coche. En efecto, los procesos de turbulencia dentro de la
cámara de combustión no están totalmente caracterizados ni en los modelos ni en
nuestra comprensión científica actual, y nada de esto ha impedido usar los
modelos disponibles para desarrollar coches con un elevado grado de perfección,
hasta el punto de situar el automóvil (quizás excesivamente) en el núcleo de
nuestra sociedad. Algo parecido sucede con los aviones, tanto por dentro
(motores) como por fuera (flujo alrededor del avión). Y si en estos ‘gadgets’
relativamente tan pequeños nuestros modelos tienen carencias, cómo podemos pedir
la perfección a los modelos del sistema climático, involucrando tamaños muy
superiores y escalas mucho más dispares, antes de emplearlos para gestionar
nuestra relación con el entorno… Si no confías en la capacidad de la ciencia
para gestionar la realidad que nos rodea
hasta que disponga de modelos perfectos, deja el coche aparcado y no cojas el
avión, lo cual, por cierto, también proporciona una contribución positiva
directa a paliar el problema del cambio
climático… ;)
·
Gran evolución experimentada por los modelos
climáticos en los 23 años transcurridos desde la publicación del primer informe
del IPCC en 1990, y la aplastante coherencia de los resultados de los mismos por
lo que concierne al mensaje principal: La actividad antropogénica está
perturbando el sistema climático a un nivel sin precedentes con la emisión de
gases de efecto invernadero y necesitamos urgentemente revertir esta situación
si queremos evitar impactos de gran magnitud sobre nuestros sistemas social,
político y económico. La Figura-1 recoge la evolución histórica de la
temperatura media superficial junto a las previsiones de los 4 primeros informes
del IPCC (FAT (1990), SAR (1995), TAR (2001) y AR4 (2007))
Figura-1: Evolución histórica de la anomalía de temperatura
media superficial y previsiones de los 4 primeros informes del IPCC (Climate
Change 2013: The Physical Science Basis, chapter-1)
Hace poco más de un mes y medio (27/9/2013) se presentó la
primera parte del quinto informe del IPCC sobre cambio climático (AR5). Se
trata del informe del Grupo-I (Climate Change 2013: The Physical Science Basis).
El AR5 se completará en 2014 con otros tres informes: Impactos, adaptación y
vulnerabilidad; mitigación; y síntesis. Pero el informe del Grupo-I es el que
nos permite contrastar la evolución de la capacidad de modelado del sistema
climático, su alineamiento con los resultados de los informes anteriores, y la
versión más consensuada actualmente disponible sobre los impactos que cabe
esperar que tenga sobre el clima la actividad antropogénica.
La vedad es que resulta sorprendente la limitada cobertura
mediática que recibió a esta primera entrega del AR5, síntoma claro del
aletargamiento de nuestro sistema socio-político.
Desde mi perspectiva, el IPCC a menudo ha tenido una actitud
excesivamente conservadora en sus afirmaciones y en la manera de comunicar los
resultados. Probablemente ésta actitud se haya considerado necesaria para
situar sus resultados en un terreno neutro donde la mayor parte de los sectores
del sistema socio-político puedan verlos. Pero incluso así la resistencia del
sistema socio-político a internalizar los las necesidades de actuación que se
concluyen incluso de los resultados conservadores presentados por el IPCC ha
sido tremenda, y ahí andamos con una COP19 aséptica a finales del 2013…
Sinceramente me entran dudas de si el haber sido más claros presentando el
límite más pesimista de las previsiones de los análisis científicos, y
comunicando claramente la potencial desviación hacia respuestas todavía más
drásticas del sistema climático como consecuencia de los aspectos todavía no
totalmente incorporados en los modelos climáticos, no hubiera contribuido a espabilar
un poco más a este aletargado sistema socio-político que tenemos… Pero la
realidad es que a pesar de todo esto, las conclusiones de esta primera parte
del AR% son bastante contundentes:
·
The total anthropogenic RF
(radiative forcing) best estimate for 2011 is 43% higher than that reported in
AR4 for the year 2005. This is caused by a combination of continued growth in
most greenhouse gas concentrations and improved estimates of RF by aerosols
indicating a weaker net cooling effect (negative RF)
·
Human influence has been detected in
warming of the atmosphere and the ocean, in changes in the global water cycle,
in reductions in snow and ice, in global mean sea level rise, and in changes in
some climate extremes (Figure SPM.6 and Table SPM.1). This evidence for human
influence has grown since AR4. It is extremely likely that human influence has
been the dominant cause of the observed warming since the mid-20th century
·
A large fraction of anthropogenic
climate change resulting from CO2 emissions is irreversible on a multi-century
to millennial time scale.
·
There is high confidence that
sustained warming greater than some threshold would lead to the near-complete
loss of the Greenland ice sheet over a millennium or more, causing a global
mean sea level rise of up to 7 m. Current estimates indicate that the threshold
is greater than about 1°C (low confidence) but less than about 4°C (medium
confidence) global mean warming with respect to pre-industrial.
La Figura-2 recoge la evolución histórica y las previsiones
hasta el año 2300 de la temperatura superficial media bajo los distintos escenarios
de emisiones empleados por el AR5 (RCP2.6, RCP4.5, RCP6.0, RCP8.5). De estos 4
escenarios de emisiones empleados en el AR5, el RCP2.6 corresponde a un
escenario de extrema mitigación de las emisiones, totalmente alejado de las
tendencias actuales tanto a nivel planetario como de países individuales. Los escenarios
RCP4.5 y RCP6.0 son escenarios de estabilización intermedia, que en la
actualidad también están totalmente alejados de la actitud de nuestro sistema
socio-político (basta con echar un ojo a la COP19…). El escenario RCP8.5 es el
que podríamos considerar el escenario más representativo de la evolución
tendencial actual, aunque sinceramente, para mi gusto se queda incluso corto a
la hora de representar la foto de la evolución tendencial de un sistema
socio-político con taras estructurales que le impiden tomar una clara
conciencia de la realidad y actuar en consecuencia. En efecto, el escenario
RCP8.5 viene a asumir que para el año 2100 habremos quemado del orden de la
mitad de las reservas de combustibles fósiles disponibles: ¿resulta esto
compatible con la actitud de nuestro sistema socio-político de ir como locos a
extraer el crudo del Ártico tan pronto como el calentamiento global empieza a
deshacer el hielo, o de agarrarse irresponsablemente a las promesas del
shale-gas pasando por encima del desarrollo de las renovables, o el
aniquilamiento del despliegue de las renovables en países como España con total
impunidad política a los bárbaros e ignorantes que lo están propiciando?
Sinceramente, yo creo que no, y que el RCP8.5 se queda por
tanto a mitad de camino, resultando probablemente más realista que para finales
del 2100 hayamos agotado las reservas fósiles disponibles: Es decir, el impacto
del cambio climático podría ser incluso considerablemente superior a lo
mostrado por el peor escenario recogido por el AR5 del IPCC, y no conviene
perder esto de vista al revisar los resultados del AR5 y al exigir que se tomen
decisiones políticas en contextos como el de la descafeinada COP19.
Figura-2: Evolución del cambio de temperatura superficial
media en los distintos escenarios del AR5 hasta el año 2300. (Climate Change
2013: The Physical Science Basis, chapter-12)
Bueno, pues partiendo entonces del hecho de que incluso el
escenario de emisiones RCP8.5 puede infravalorar la evolución tendencial, ¿cómo
cabe esperar que se modifique nuestro entorno en base a los resultados del AR5?
La Figura-3 recoge las distribuciones de temperatura media anual
superficial para 2050, 2090 y 2190. Observar como de ‘oscuro’ se pone todo, y
en particular para España. Además de estos incrementos tan importantes en la temperatura
media, a nuestros hijos les vamos a dejar también la herencia de una importante
intensificación de los episodios extremos (también documentada en el AR5) que
ya estamos empezando a experimentar incluso nosotros mismos.
Figura-3: Distribución de temperatura media anual
superficial en tres periodos de tiempo hasta el 2200. (Climate Change 2013: The
Physical Science Basis, chapter-12)
Por lo que respecta a las previsiones de las variaciones del
nivel del mar, la Figura-4 recoge los resultados tanto de la evolución
histórica como de las previsiones de los distintos informes del IPCC (desde
1990-FAR hasta 2013-AR5). A parte de observar la coherencia entre las
previsiones a lo largo de estos últimos 23 años de modelado climático y la
evolución histórica, cuando nos centramos en el escenario del AR5 más
representativo de la evolución tendencial actual (RCP8.5) vemos cómo ya para el
año 2100 cabe esperar incrementos muy importantes del nivel medio del mar, con grandes
consecuencias para los sistemas socio-económicos . Pero una vez más estos
resultados, de cara a la toma de decisiones o de la exigencia a nuestros
representantes políticos de que tengan una actitud responsable, los debemos entender como una estimación
conservadora de cómo puede realmente llegar a desplegarse la realidad:
·
Por un lado está el hecho anteriormente
comentado de que la emisiones tendenciales hasta el 2100 podrían ser
significativamente superiores a las que recoge el RCP8.5
·
Por otro lado está la evidencia científica de
que la respuesta del mar a las perturbaciones climáticas va bastante más allí
en el tiempo del fin de este siglo, tal y como deja claro el gráfico de la
Figura-4 que en 2100 no muestra señal alguna de estabilización, sino más bien
de incremento de la pendiente para los años siguientes. De hecho, juntando esto
con la afirmación dentro del propio AR5 de que para el rango de incremento de temperatura
correspondiente al escenario RCP8.5 cabe esperar el total deshielo de la capa
de hielo de Groenlandia, el incremento del nivel del mar que estamos destapando
ahora llegará a superar los 7 m de altura. En este sentido, gráficos como el de
la Figura-4 no son, desde mi punto de vista, suficientemente contundentes para
apoyar la toma de decisiones políticas porque camuflan las implicaciones a
largo plazo de las decisiones que los políticos y la sociedad estamos tomando
hoy. En efecto, la extrapolación y proyección a mayor plazo de tiempo de los
resultados presentados en Figuras como esta, no son habilidades cultivadas en
exceso, especialmente entre la clase política que funciona básicamente con
intervalos de 4 años…
·
Tampoco tenemos que olvidar que los modelos
actuales todavía no recogen el conjunto de mecanismos de respuesta del sistema
climático ante la perturbación antropogénica. En especial, los mecanismos no
lineales de respuesta lenta y sus incertidumbres, como la posible inversión de
algunos de los feedback negativos actualmente implementados en los modelos como
consecuencia por ejemplo de la liberación del carbono contenido en el
permafrost, podría empeorar significativamente la foto de las repercusiones a
largo plazo de las decisiones que estamos tomando hoy.
Figura-4: Evolución histórica y previsiones del incremento
en el nivel del mar de los distintos informes del IPCC. (Climate Change 2013:
The Physical Science Basis, Technical Summary)
¿Necesitamos más evidencias?, ¿a qué estamos jugando realmente?
domingo, 3 de noviembre de 2013
El rol y los desafíos de la CSP (centrales termosolares) para contribuir a la transición del sistema energético
Note for English readers: In this link , the conceptual content of
the presentation I gave in CSP-Today South Africa (Pretoria 2/2013) ‘CSP as a
cornerstone for renewable energy systems: A development opportunity window with
expiration date’, dealing with the same subject from this post about the role
of CSP in the development of renewable energy systems, can be downloaded. The
file to download from the link above is ‘CSP_today_SF_2013_XGC_5.pdf’, which
may be found at the bottom of the web site.
La CSP, por sus características únicas respecto a otras
tecnologías renovables, puede
desempeñar un papel muy relevante en la transición del sistema energético hacia
la sostenibilidad, especialmente en países con DNI (irradiación normal directa)
suficientemente elevada como es España (con el desarrollo de superredes países
sin recurso elevado de DNI también podrían beneficiarse de esta tecnología para
su transición). Sin embargo, no hay ninguna garantía de que este ‘puede’ llegue a cristalizarse, existiendo
múltiples opciones de la trayectoria a seguir en este proceso de transición. De
hecho, la CSP cuenta con una ventana de oportunidad con fecha de caducidad para
cristalizar su potencial contribución a la transición y al mix energético del
futuro, y de no aprovecharla, su nicho de mercado (o participación potencial en
mix generación futuro) y su contribución a la transición energética pueden verse
fuertemente limitados. Si esto sucediese, las repercusiones para el conjunto de
la sociedad podrían tener un impacto significativo: retraso de la transición y
mix energético final alejado del óptimo técnico-económico para las condiciones
de tecnologías maduras (zona asintótica de curva de aprendizaje), lo cual
implica un mayor coste de la energía.
En efecto, en el contexto de un sistema energético basado
en renovables, las distintas tecnologías pueden ocupar diversos nichos y
porciones de mercado, dependiendo de distintos factores:
·
Sus características
tecnológicas
·
Sus estructuras de
costes y la evolución de los mismos durante la transición
·
La evolución del sistema
energético, y especialmente de la integración y despliegue de inteligencia
·
La evolución de las
otras tecnologías que pueden contribuir a configurar el mix de transición y
final
Dado que cada uno de estos factores está sujeto a
diversas condiciones de contorno que pueden llevar a evoluciones muy distintas,
ninguna tecnología tiene garantizada una contribución fija en mix del futuro ni
en el proceso de transición.
En este contexto, el desarrollo de escenarios sirve para
ver posibles formas en que se puede desplegar el futuro según distintas
hipótesis de evolución de estas condiciones de contorno.
En los estudios Renovables100% y
Energía 3.0 ,
partiendo de una serie de hipótesis entre las que figuraba que todas las
tecnologías renovables avanzaran homogéneamente por su curva de aprendizaje, se
desarrollaron, optimizaron y analizaron diversos mix de generación para la cobertura
de la demanda (demanda eléctrica en Renovables100% y demanda final total en
Energía 3.0) con sistemas basados al 100% en energías renovables, así como para
los procesos de transición. En todos estos casos, la contribución de la CSP en
estos mix era muy relevante, tal y como se puede apreciar en la Figura-1, tanto
para el caso de considerar la cobertura de la demanda eléctrica de un sistema
energético tendencial (parte superior de la figura, correspondiente al estudio
Renovables 100%), como para el caso de considerar la cobertura de la demanda
total de energía en un sistema energético integrado con despliegue de
eficiencia e inteligencia (parte inferior de la figura, correspondiente al
estudio Energía 3.0).
Figura-1: Gran relevancia de la CSP en los mix 100% renovables
para la cobertura de la demanda eléctrica tendencial (parte superior de la
figura correspondiente al informe Renovables 100%) y la cobertura de la demanda
total de energía final en un sistema energético con despliegue de eficiencia e
inteligencia (parte inferior de la figura correspondiente al informe Energía 3.0). Debido al elevado factor de
capacidad de las centrales termosolares consideradas en estos estudios
(múltiplo solar de 3 y 15 h de capacidad de almacenamiento), la contribución de
la CSP a la cobertura de la demanda en términos energéticos es
considerablemente superior a su contribución en términos de potencia instalada
(tal y como se puede apreciar en la parte inferior de la figura).
Sin embargo, no debe perderse de vista que esto constituye tan solo una de las posibilidades en que puede llegar a desplegarse la realidad en base a las hipótesis supuestas. Modificaciones de las condiciones de contorno, y especialmente de la estructura de costes en la etapa inicial de transición, dónde en ausencia de planificación adecuada las bajas penetraciones no requieren de estas características diferenciales de la CSP, pueden conducir a otros estados finales.
Y en efecto, la realidad para la CSP no se está desplegando por esta trayectoria, siendo su contribución mucho más marginal, tanto en términos de la potencia actualmente instalada, como en términos de la planificación (que impacta directamente sobre la potencia instalada en el futuro). En este contexto resulta conveniente hacer un análisis de perspectiva y prospectiva para entender qué es lo que está pasando y qué posibilidades de evolución futura quedan todavía abiertas.
Un factor importante para determinar el lugar que
finalmente acabará ocupando una tecnología dada, tanto en el proceso de
transición como en el mix final, es el cómo evolucione a lo largo de su curva
de aprendizaje. Pero esta evolución depende de muchos factores:
·
Acierto del apoyo
político y regulatorio
·
Resultante de la
combinación de presiones de los distintos lobbies
·
Confianza que consiguen
transmitir las primeras instalaciones a los distintos actores involucrados
(inversores, prestamistas, políticos, sociedad,…)
·
Contexto y planificación
del sistema energético (en particular la evolución de la penetración de las tecnologías
renovables en la cobertura de la demanda)
En el post de este blog ‘Costes de las tecnologíassolares para generación de electricidad: Termosolar (CSP) versus fotovoltaica(PV)’ se analiza con detalle la evolución de las
tecnologías PV (fotovoltaica) y CSP por sus respectivas curvas de aprendizaje
en el periodo que va desde cuando se desarrollaron los escenarios en los que se
basan los estudios Renovables100% y Energía 3.0 hasta la actualidad, mostrando
cómo la PV se ha acercado mucho a estos escenarios en su avance por la curva de
aprendizaje, mientras que la CSP no ha sido capaz de seguir esta evolución,
experimentando de hecho un retroceso (por lo que a costes se refiere) respecto
al punto de partida, que en la práctica se puede interpretar como una
traslación de la curva de aprendizaje. De esta forma, en el momento actual se
han invertido las tornas entre la PV y la CSP por lo que a costes se refiere
respecto a la situación existente en 2003 cuando se prepararon los escenarios
en los que se basaron los estudios Renovables100% y Energía 3.0. Esto no
implica que las otras ventajas de CSP hayan desaparecido (gestionabilidad,
flexibilidad, capacidad de regulación sistema gran penetración renovable…),
pero sí que conlleva una modificación significativa de la condición de contorno
de costes que impacta significativamente el despliegue de las tecnologías en
las primeras fases del proceso de transición, cuando las penetraciones son
bajas y con ello la necesidad de esos servicios adicionales que proporciona la
CSP pasa fácilmente desapercibida.
Este hecho conduce a que en estudios basados en
escenarios más recientes (‘SunShot vision study (2/2012)’ de US DOE ,
o el ‘RenewableElectricity futures study’ (12/2012) del NREL, claramente se concluya que la CSP sin TES (capacidad de
acumulación) no tiene contribución relevante en el desarrollo de sistemas
renovables, y la CSP con TES tan solo empieza a entrar en los mix optimizados
cuando la penetración renovable crece lo suficiente como para que sus servicios
adicionales sean relevantes y aporten un valor significativo al sistema.
En el estudio ‘An Analysis of Concentrating SolarPower with Thermal Energy Storage in a California 33% Renewable Scenario’ (NREL,
3/2013),
con una penetración de las renovables (33% en el sistema eléctrico) todavía
limitada pero que ya empieza a ser relevante, se concluye que en estas
condiciones la CSP ya aporta más valor operando en modo de suministrar
servicios complementarios al sistema, que en modo de maximizar los ingresos por
generación (modo actual de operación de las centrales CSP en todo el mundo),
poniendo así de relieve las características especiales de la CSP y su mayor valor
para el sistema eléctrico. La cuantificación del valor para el sistema
eléctrico que hace esta referencia va de los 9.53 c$/kWh para la PV hasta 13.53
c$/kWh para la CSP con TES (el valor considerado en este estudio incluye
combustible, O&M, emisiones y capacidad, en el contexto de un sistema
energético no integrado).
Análisis como el anterior, incluso con una
internalización parcial del valor de la contribución renovable (para una
discusión detallada del valor de las renovables ver posts de este blog ‘El valor de las renovables’ y ‘Valor y coste de las energías renovables: Trascendiendo los números para vislumbrar el resto de la foto’ ),
cuantifican las ventajas diferenciales de la CSP en la actualidad. Pero la CSP
no puede dormirse en poner en valor estas ventajas diferenciales para materializar
su avance por la curva de aprendizaje, pues estas ventajas no van a permanecer
indefinidamente, y tendencias ya en marcha, como el desarrollo de capacidad de
almacenamiento a precios razonables para otras tecnologías (como la PV o la
eólica), o la integración del sistema energético y despliegue de inteligencia
por el mismo que permita al sistema eléctrico aprovechar la capacidad de
acumulación disponible en otros subsectores energéticos (transporte,
edificación,…), claramente van a compensar y anular las ventajas diferenciales
de la CSP si ésta no ha sido capaz de avanzar por su curva de aprendizaje suficientemente
como para que sus ventajas diferenciales sigan proporcionando un valor neto
frente a las otras opciones tecnológicas.
Otro factor relevante para entender la evolución de la
CSP hasta la fecha es su elevada diversidad, tanto en cuanto a tecnologías como
en cuanto a opciones de diseño.
Por lo que respecta a las tecnologías, la tecnología CSP
cuenta con muy diversas opciones tecnológicas: cilindroparabólicos, receptor central
de torre, concentradores Fresnel lineales, discos parabólicos... Es más, dentro
de cada una de estas categorías principales nos encontramos a su vez con un amplio abanico
de opciones tecnológicas: receptores exteriores de sales fundidas, receptores con
generación directa de vapor (exteriores o de cavidad), receptores volumétricos de
aire (abiertos o cerrados), receptores de partículas, sistemas multitorre, centrales
con ciclo de turbina de vapor, centrales con ciclo de turbina de gas o con
ciclo combinado,… para el caso de la tecnología de receptor central de torre:
Una auténtica pesadilla para los promotores independientes que quieran
promocionar una planta CSP. De hecho, el parque CSP actual está dominado por
plantas promovidas por fabricantes de componentes tecnológicos y
suministradores de sistemas, que básicamente buscan con la promoción de estas
plantas el colocar su tecnología en el mercado.
Pero incluso más allí de la gran diversidad de
tecnologías, dentro de una tecnología CSP dada, existe a su vez una gran
diversidad de diseños, lo cual proporciona margen para la optimización (o para
el error…) al optimizar el diseño de una central CSP para unas condiciones de
contorno dadas. La Figura-2 nos presenta este hecho, mostrando para dos
tecnologías CSP distintas los mapas de prestaciones nominales de sus distintos
diseños en términos del coste normalizado de la electricidad generada bajo una
determinada estrategia de operación. Como podemos ver, para cada una de las dos
tecnologías, existen infinitos diseños (caracterizados en este caso en función
de su múltiplo solar SM y su capacidad de acumulación TES), cada uno
proporcionado distinto LEC, pero permitiendo acomodar distintas condiciones de
contorno u optimizar otras funciones objetivo, y los mapas de prestaciones
difieren entre ambas tecnologías. Es más, los mapas de prestaciones mostrados
en la Figura-2 corresponden a una determinada estrategia de operación, pero
también en esto, en virtud de su flexibilidad, las centrales CSP añaden una
dimensión adicional de diversidad al poder implementar distintas estrategias de
operación, cada una de ellas con un mapa de prestaciones nominales distinto…
Figura-2: Diversidad tecnológica y de diseño de las
centrales CSP. La figura muestra los mapas de prestaciones de dos tecnologías
distintas emplazadas en Sudáfrica.
Esta gran diversidad de las centrales termosolares sin
duda tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes…
·
Ventajas:
o Capacidad de optimizar los diseños para distintas
aplicaciones o nichos de mercado
o Mayor potencial de localización
o Mayor potencial de alcanzar un valor más bajo de los
costes asintóticos al recorrer la curva de aprendizaje
o Opciones de gestionabilidad y flexibilidad de operación
·
Desventajas:
o Una evolución más lenta a lo largo de la curva de
aprendizaje
o Generación de incertidumbre y confusión en algunos de los
actores involucrados en el desarrollo de la tecnología
o Mayor complejidad en el diseño y elección tecnológica,
haciendo que la opción más adecuada dependa del contexto e instante de tiempo
En el largo plazo, si la tecnología tiene opción de
avanzar por la curva de aprendizaje, la gran diversidad de la CSP sin duda será
un valor añadido de esta tecnología, pues existirá un diseño/tecnología óptimo
para cada nicho de mercado. Pero en el corto plazo, esta elevada diversidad
está siendo un inconveniente que ha contribuido a que la CSP resulte hoy por
hoy poco competitiva respecto a otras tecnologías renovables.
De hecho, en la actualidad, como consecuencia de esta
gran diversidad tecnológica y de opciones de diseño, junto con la gran cantidad
de actores involucrados en el desarrollo de una central CSP, hay un elevado
requerimiento de integración y asesoría independiente que no siempre se
incorpora adecuadamente en el desarrollo de los proyectos, proporcionando un amplio
margen para desviaciones importantes de las condiciones óptimas para cada aplicación
CSP, lo cual a su vez añade adicionales retrasos al avance de la tecnología por
su curva de aprendizaje (Figura-3).
Figura-3: Requerimientos de integración y asesoría
independiente para la definición de la tecnología y configuración óptimas para
cada aplicación CSP.
Una de las principales características diferenciales
de la CSP frente a otras tecnologías renovables (al menos en la actualidad) es
su disponibilidad de mecanismos de flexibilidad, que fundamentalmente se
materializan en su gestionabilidad, y que permiten a la CSP ofrecer valor al
sistema energético tanto en términos de energía y de capacidad como al
proporcionar al sistema servicios de regulación (entre los que se incluye su
capacidad de dar soporte a la integración de otras tecnologías renovables). Las
principales estrategias de diseño que proporcionan a la CSP esta flexibilidad y
gestionabilidad son:
·
Almacenamiento
térmico (TES) a costes relativamente bajos (con diseños de elevado múltiplo
solar) para proporcionar plantas CSP con elevado factor de capacidad y
flexibilidad de operación. La Figura-4 muestra cómo, empleando la tecnología
CSP adecuada, los diseños óptimos en términos de minimizar el LEC proporcionan
a su vez una elevada flexibilidad gracias a su elevado factor de capacidad.
·
Hibridación,
bien con biomasa (renovable) o con combustibles fósiles (no renovable), para
optimizar a nivel de planta la integración del sistema eléctrico (notar que una
central sólo solar conectada a un sistema eléctrico con plantas fósiles, ya
conduce a un sistema eléctrico híbrido), permitiendo usar un mismo bloque de
potencia para distintas fuentes de energía primaria.
La hibridación, presenta sin embargo limitaciones en
términos de energía (si bien no en términos de potencia, que son los más
relevantes para la regulación de un sistema con elevada penetración renovable).
En efecto:
·
Para
el caso de la biomasa, la limitación en términos energéticos está principalmente
asociada a la escasez de la biomasa en emplazamientos con elevado potencial
para la CSP (si bien existen emplazamientos límite en las fronteras de las
regiones con buen emplazamiento solar y de biomasa), así como en los muchos
usos y elevada demanda potencial de la biomasa en un contexto de un sistema
energético basado en energías renovables. Sin embargo, esta limitación en
términos energéticos no excluye la posibilidad de emplear la hibridación con
biomasa en términos de potencia, para proporcionar una elevada capacidad de
regulación con un bajo consumo de biomasa. O incluso de apoyarse en esta
hibridación para acompañar el proceso de transición, con un periodo limitado en
el que se haga uso de ese recurso de biomasa para alimentar el sistema
eléctrico (ver como ejemplo la Figura-5 desarrollada para un escenario de
transición en el sistema eléctrico Español).
·
Para
el caso de los combustibles fósiles, las limitaciones en términos de energía
están asociadas a los siguientes factores:
o
Sostenibilidad:
Uno de los objetivos de la transición del sistema energético es dejar de quemar
combustibles fósiles.
o
Rendimiento
de conversión: Tiene poca justificación quemar combustibles fósiles en una
central termosolar a un rendimiento inferior al que puede proporcionar una
central térmica optimizada para ese combustible fósil, pues ello conduciría a
aumentar las emisiones por unidad de energía eléctrica producida, y como
indicábamos antes, una central sólo solar vertiendo su electricidad a un sistema
con centrales solares constituye ya de por sí un componente de un sistema
eléctrico híbrido, siendo preciso acometer la optimización del conjunto y no de
cada una de sus partes por separado.
o
La
‘solarización’ del parque de centrales de combustible fósil puede constituir
una estrategia adecuada en algunas situaciones, pero su carácter es
estrictamente transitorio siempre y cuando permita acelerar la transición del
conjunto del sistema energético.
Figura-4: Mecanismos de flexibilidad disponibles
dentro de los grados de diseño de las centrales CSP.
Figura-5: Hibridación temporal de centrales CSP con
biomasa para acelerar la transición a un sistema eléctrico 100% renovable en
España. Escenario desarrollado para el estudio ‘Un nuevo modelo energético para
España publicado por la Fundación Ideas el 5/2009.
Pero no hay que perder de vista que nos hallamos
inmersos en un proceso dinámico de cambio, en el cual el sistema energético
evolucionará de su situación actual (no integrado y gobernado por la oferta), hacia
la integración y la incorporación de inteligencia, llegando eventualmente a ser
un sistema fundamentalmente gobernado por la demanda. Y en este contexto
futuro, la característica diferencial de la CSP por lo que respecta a la
flexibilidad pierde relevancia, pues la demanda es una gran fuente de
flexibilidad. En las Figuras 5 y 6 se presenta la estructura de los mecanismos
de flexibilidad para el sistema energético Español, integrado y 100% renovable
(del estudio Energía 3.0), para los casos de que el sistema esté gobernado por
la oferta (Figura-6) o gobernado por la demanda (Figura-7). Como podemos
apreciar, tanto la integración del sistema energético como la incorporación de
la participación activa de la demanda en su operación, desplazan los mecanismos
de flexibilidad que en el caso de sistemas energéticos no integrados y
gobernados por la oferta constituyen el mayor valor diferencial de la CSP
frente a otras tecnologías renovables. Para una discusión más detallada de la
transición del sistema energético, ver en este blog el post ‘Ya toca 'darle la vuelta' a los sistemas energético, económico y político’
Figura-6: Elementos de flexibilidad en un sistema
energético 100% renovable para España, gobernado por la oferta (estudio Energía3.0).
Figura-7: Elementos de flexibilidad en un sistema
energético 100% renovable para España, gobernado por la demanda (estudio
Energía 3.0).
Por tanto, la CSP cuenta con una ventana de oportunidad
con fecha de caducidad: O bien consigue avanzar por su curva aprendizaje al
poner en valor sus características diferenciales en los sistemas gobernados por
la oferta, recuperando unos costes de la energía que estén más cercanos a los
de otras tecnologías renovables, o de lo contrario su nicho de mercado (o
participación potencial en mix generación futuro), así como su contribución a
la transición energética se pueden ver fuertemente limitadas.
La gestionabilidad que ofrece la CSP con TES siempre será
una característica importante para la operación del sistema al alcanzar
elevadas penetraciones renovables. Pero dada la situación actualmente
desfavorable de la CSP respecto a otras tecnologías renovables por lo que
respecta a costes de la energía, su materialización requiere de una
planificación adecuada que ponga en valor esta característica durante las
primeras fases de despliegue de los sistemas renovables (en las cuales la
penetración renovables es baja y esta característica diferencial pasa
desapercibida). Es más, esta ventaja diferencial de la CSP va a quedar diluida a
medida que pase el tiempo y se vayan desplegando la integración, la inteligencia
y la participación de la demanda, o incluso a medida que otras tecnologías
renovables vayan desarrollando capacidad de acumulación a menores costes.
Otro aspecto en el que la CSP lleva retraso frente a
otras tecnologías renovables (especialmente frente a la PV) es el poder
desarrollar aproximaciones distribuidas para su despliegue, lo cual, en gran
medida está directamente relacionado a la sensación de ‘cercanía’ que la
sociedad tiene con la tecnología. Si bien hay otras tecnologías renovables
intrínsecamente más modulares tecnológicamente que la CSP (aunque en la
actualidad no faltan propuestas de modularidad tecnológica para la CSP) y que
han alcanzado un arraigo mucho más fuerte en la sociedad, realmente lo que
tiene que estar distribuido es la gobernabilidad e incluso la propiedad, más
que físicamente los equipos, pues físicamente puede haber elementos de
eficiencia asociados a la centralización, que en la PV ya se notan, pero en la
CSP mucho más. El desafío en esta dimensión es por tanto el buscar mecanismos
de agregación que permitan descentralizar la propiedad de las centrales CSP y
acercarlas a la sociedad, aspecto en el cual la CSP ha avanzado muy poco.
Entonces, como sociedad, ¿no perdemos nada si la CSP
no es capaz de aprovechar su ventana de oportunidad y se queda finalmente
desplazada a una contribución marginal tanto en el proceso de transición como
en el mix energético del futuro?
Para el proceso de transición, mientras seguimos inmersos
en sistemas energéticos no integrados y gobernados por la oferta, la CSP puede
marcar una clara diferencia entre viabilizar desde ya los sistemas basados en
renovables, actuando por tanto como una facilitadora (más que competidora) de
otras tecnologías renovables.
La opción de prescindir de los aspectos diferenciales
de la CSP, traería como consecuencia el retrasar la evolución hacia sistemas de
gran penetración renovable hasta que ya estuviera desplegada la inteligencia y
desarrollado el potencial de participación de la demanda, y nos conduciría a
una situación final de mayor coste total de la energía al haber desaprovechado una
tecnología con potencial de bajo coste asintótico en la curva de aprendizaje, y
al vernos forzados a resolver por medios menos eficientes los requerimientos de
flexibilidad una vez que la penetración renovable creciera sin disponer de las
aportaciones de la CSP.
Y es preciso tener presente el hecho de que no tan solo
es relevante el completar la transición, sino que la trayectoria seguida para
llevar a cabo la transición del sistema energético tiene un gran impacto sobre
las repercusiones finales, tanto en términos de los costes asociados a este
proceso de transición, como en términos de los impactos correspondientes. En el
post de este blog titulado ‘Trayectorias de transición del sistema energético hacia la sostenibilidad: Sus implicaciones y por dónde vamos’ ya discutimos estos aspectos relacionados con la
relevancia de la trayectoria del sistema energético hacia la sostenibilidad,
apoyándonos en tres trayectorias de transición analizadas en el informe Energía 3.0 para completar la transición en el año 2050 en la España peninsular: Transición
responsable, transición lineal, y transición retardada. En el caso de no contar
con la CSP para desarrollar este proceso de transición, a los impactos
asociados a una transición retardada como la ilustrada por ese escenario del
informe Energía 3.0, habría que añadirle los correspondientes a tardar más
tiempo en completar la transición (pues esta no se podría completar en el año
2050).
En las Figuras 8, 9, 10 y 11 recordamos y ampliamos
las implicaciones de estas trayectorias de transición del informe Energía 3.0,
en términos de porcentaje de renovables en el sistema eléctrico, porcentaje de
renovables en el sistema energético total, emisiones de CO2 y costes
de la energía.
Figura-8: Porcentaje de electricidad de origen
renovable en el sistema eléctrico para los tres escenarios de transición
analizados en el informe Energía 3.0 (los tres escenarios de transición completan
el proceso en el año 2050)
Figura-9: Porcentaje de electricidad de origen
renovable en el sistema energético total para los tres escenarios de transición
analizados en el informe Energía 3.0 (los tres escenarios de transición completan
el proceso en el año 2050)
Figura-10: Emisiones de CO2 del sistema energético para los tres escenarios de transición analizados en el informe Energía 3.0 (los tres escenarios de transición completan el proceso en el año 2050)
Figura-11: Coste de la energía para los tres
escenarios de transición analizados en el informe Energía 3.0 (los tres escenarios
de transición completan el proceso en el año 2050)
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