El clima cambia, pero nosotros no … Es como si una tara
estructural de nuestro sistema socio-político nos impidiera reaccionar a pesar
de las evidencias científicas e incluso de las realidades que ya podemos ver a
nuestro alrededor. Parece que como especie estamos esperando a mayores ‘evidencias’
de las que ya tenemos sobre la certeza del cambio climático y de la inequívoca
responsabilidad de la actividad humana sobre el mismo, a ese tipo de evidencias
que, tratándose de un sistema altamente no lineal como el clima, cuando las
tengamos delante serán como el martillazo final de una sentencia por la
imposibilidad de revertirlas… Si, realmente es ‘mala suerte’ que el cambio
climático se haya destapado antes de que el ‘homo stupidus’ saliera de la Era de la Estupidez (película interesante para los que no la hayáis visto)
para evolucionar hacia algo que hiciera
algo más de honor a ese pretencioso calificativo de ‘homo sapiens’.
Actualmente está teniendo lugar la COP19 (Cumbre del cambio
climático de la ONU) en Varsovia. Esta COP19 está pasando bastante
desapercibida, tanto por lo que respecta a su reflejo en los medios de
comunicación, por lo que respecta a la sociedad en general. Han pasado ya 4
años desde la COP15 en Copenhague, la última Cumbre de Cambio Climático de la
ONU que movilizó cierta ilusión en la sociedad por la posibilidad de que sus
gestores políticos podían llegar a marcar la diferencia al pasar a la acción
responsable. Pero nada de nada: Tan solo decepción total por la incompetencia, irresponsabilidad e
incapacidad de nuestros representantes políticos, lo cual probablemente
explique gran parte de la insensibilidad y desapego de las siguientes cumbres
como la actual COP19, en esta paulatina profundización en el desengaño y
decepción con el sistema político actual.
Pero como sociedad estamos cometiendo un grave error si la
reacción ante esta decepción es tan solo la apatía: El problema del cambio
climático no se puede poner dentro de un armario y mirar para otro lado, tal y
como hacen nuestros representantes políticos. La realidad no funciona así, y el
problema dentro del armario sigue engordando de forma exponencial, de tal forma
que cuando salga (no porque abramos nosotros la puerta, sino directamente
porque reviente el armario…), el ‘monstruo’ ya será totalmente intratable.
Si hemos perdido la confianza en nuestros representantes
políticos, hay que cambiarlos, así como el sistema de representación política
para que por un lado represente realmente a la sociedad, y por otro lado podamos
exigir responsabilidades. Simplemente el
ignorarlos no sirve, porque en foros como la COP19 siguen pasando cosas (Japón reduciendo drásticamente sus objetivos de reducción de emisiones, Australia intentando desmarcarse de los mecanismos que puedan articular compromisos globales de emisiones, sensación de impunidad total ante otro fracaso en el avance de las negociaciones para reducir las emisiones,...) que van
en la dirección contraria que deberíamos llevar, y el estancamiento persistente
en el que acaban sumidos estos foros no hacen más que dificultar la capacidad de
actuación responsable.
E inputs para reactivar el tono de la actitud frente al cambio climático no faltan: La primera parte
del quinto informe del IPCC (AR5) se hizo pública a finales de septiembre, y
tal y como comentamos más abajo, este informe (y la evolución de los informes
del IPCC a lo largo de los últimos 23 años) coloca datos contundentes encima de
la mesa para exigir una actuación inmediata y responsable. La realidad, adelantándonos sin
contemplaciones por ambos lados, también estuvo presente al inicio de la COP19
con la emotiva sensación de urgencia transmitida al principio de la cumbre por
la delegación Filipina a raíz de la destrucción del tifón "Haiyan".
Pero nada, parece que el callo desarrollado a lo largo de estos años por
nuestros representantes en estos foros de negociación es capaz de absorber y
metabolizar prácticamente cualquier cosa (excepto el Cambio Climático…).
La evidencia se despliega ya ante nuestros ojos, pero el cambio climático es un problema en el que lo más estúpido que se puede hacer es esperar a que se acumulen evidencias para convencer a los que siguen queriendo mirar a otro lado. Cuando ese despliegue de evidencias esté delante de nosotros, la no linealidad del sistema climático impedirá cualquier acción remediadora. Por tanto, y aunque parezca de perogruyo en el contexto de nuestra sociedad tecnológica, debemos apoyarnos en la capacidad de previsión que nos proporciona la ciencia para tomar decisiones responsables hoy.
Decisiones que estamos tomando hoy, como las correspondientes a la planificación energética (en España ejemplarizada por la absoluta irresponsabilidad de nuestros representantes políticos por lo que respecta al cambio climático), o incluso la salida de los procesos de crisis que estamos atravesando,..., van a poner las pautas del impacto que ejerceremos en el clima las próximas décadas, siglos y milenios: Es totalmente absurdo e irresponsable tomar estas decisiones mirando a otro lado.
De hecho, no deja de resultar irónico que la salida del
periodo de crisis que estamos atravesando actualmente llegue a convertirse en
excusa y justificación para dejar de prestar atención a la crisis climática que
se avecina, de una intensidad muy superior a la crisis que estamos atravesando
ahora, y que las decisiones que toman políticos irresponsables en este contexto
no hagan sino poner los cimientos para acelerar la llegada de la gran crisis.
En definitiva, en términos de la ciencia del clima, la clase política actual
está actuando como un mecanismo de feedback positivo, realimentando y amplificando
la crisis ambiental. Realmente hay necesidad de romper este proceso de
realimentación, y mucho me temo que tan solo una redefinición de la estructura
del sistema socio-político pueda hacerlo, pero ¿ estamos preparados como
sociedad para articular este cambio?
Veamos cuales son los datos más frescos que tenemos sobre la
mesa para informar el posicionamiento y toma de decisiones por lo que respecta
al cambio climático:
El modelado del sistema climático es muy complejo como
consecuencia de la no linealidad, complejidad y diversidad de los mecanismos que
lo gobiernan. Como profe de mecánica de fluidos y transferencia de calor que fui
durante más de 15 años, recuerdo a finales de los noventa y principios de siglo
cómo yo mismo ponía en cuarentena algunas de las previsiones de los modelos
como consecuencia de la incertidumbre asociada al proceso de modelado. Pero hay
dos realidades que no hay que tener presentes:
·
La ciencia nos proporciona herramientas para
explicar la realidad y permitirnos avanzarnos a la respuesta de nuestro entorno
ante distintas actuaciones, proporcionándonos de esta manera capacidad de
previsión y de diseñar. Es perfectamente posible que los ‘modelos’ que usemos
no sean perfectos, pero esto no les resta ni mucho menos utilidad a la hora de ser
empleados para gestionar nuestra interacción con el entorno. De hecho en
ocasiones es todo lo contrario por ser capaces los modelos simplificados de
condensar los aspectos esenciales hasta el punto de que los podamos comprender
y manejar adecuadamente. Vivimos rodeados de tecnología que se ha desarrollado
en base a esta capacidad de previsión que nos proporcionan los modelos, y la
inmensa mayoría de los modelos ingenieriles que se han empleado para
desarrollar los elementos tecnológicos que forman nuestra realidad de hoy, no
son modelos perfectos, sino modelos simplificados, y en ocasiones el origen de
la simplificación no es otro que nuestra actual ignorancia o incapacidad de
modelado con los medios de cálculo actuales de los fundamentos físicos que
rigen los procesos involucrados. Un ejemplo muy cercano: El motor de combustión
interna de nuestro coche. En efecto, los procesos de turbulencia dentro de la
cámara de combustión no están totalmente caracterizados ni en los modelos ni en
nuestra comprensión científica actual, y nada de esto ha impedido usar los
modelos disponibles para desarrollar coches con un elevado grado de perfección,
hasta el punto de situar el automóvil (quizás excesivamente) en el núcleo de
nuestra sociedad. Algo parecido sucede con los aviones, tanto por dentro
(motores) como por fuera (flujo alrededor del avión). Y si en estos ‘gadgets’
relativamente tan pequeños nuestros modelos tienen carencias, cómo podemos pedir
la perfección a los modelos del sistema climático, involucrando tamaños muy
superiores y escalas mucho más dispares, antes de emplearlos para gestionar
nuestra relación con el entorno… Si no confías en la capacidad de la ciencia
para gestionar la realidad que nos rodea
hasta que disponga de modelos perfectos, deja el coche aparcado y no cojas el
avión, lo cual, por cierto, también proporciona una contribución positiva
directa a paliar el problema del cambio
climático… ;)
·
Gran evolución experimentada por los modelos
climáticos en los 23 años transcurridos desde la publicación del primer informe
del IPCC en 1990, y la aplastante coherencia de los resultados de los mismos por
lo que concierne al mensaje principal: La actividad antropogénica está
perturbando el sistema climático a un nivel sin precedentes con la emisión de
gases de efecto invernadero y necesitamos urgentemente revertir esta situación
si queremos evitar impactos de gran magnitud sobre nuestros sistemas social,
político y económico. La Figura-1 recoge la evolución histórica de la
temperatura media superficial junto a las previsiones de los 4 primeros informes
del IPCC (FAT (1990), SAR (1995), TAR (2001) y AR4 (2007))
Figura-1: Evolución histórica de la anomalía de temperatura
media superficial y previsiones de los 4 primeros informes del IPCC (Climate
Change 2013: The Physical Science Basis, chapter-1)
Hace poco más de un mes y medio (27/9/2013) se presentó la
primera parte del quinto informe del IPCC sobre cambio climático (AR5). Se
trata del informe del Grupo-I (Climate Change 2013: The Physical Science Basis).
El AR5 se completará en 2014 con otros tres informes: Impactos, adaptación y
vulnerabilidad; mitigación; y síntesis. Pero el informe del Grupo-I es el que
nos permite contrastar la evolución de la capacidad de modelado del sistema
climático, su alineamiento con los resultados de los informes anteriores, y la
versión más consensuada actualmente disponible sobre los impactos que cabe
esperar que tenga sobre el clima la actividad antropogénica.
La vedad es que resulta sorprendente la limitada cobertura
mediática que recibió a esta primera entrega del AR5, síntoma claro del
aletargamiento de nuestro sistema socio-político.
Desde mi perspectiva, el IPCC a menudo ha tenido una actitud
excesivamente conservadora en sus afirmaciones y en la manera de comunicar los
resultados. Probablemente ésta actitud se haya considerado necesaria para
situar sus resultados en un terreno neutro donde la mayor parte de los sectores
del sistema socio-político puedan verlos. Pero incluso así la resistencia del
sistema socio-político a internalizar los las necesidades de actuación que se
concluyen incluso de los resultados conservadores presentados por el IPCC ha
sido tremenda, y ahí andamos con una COP19 aséptica a finales del 2013…
Sinceramente me entran dudas de si el haber sido más claros presentando el
límite más pesimista de las previsiones de los análisis científicos, y
comunicando claramente la potencial desviación hacia respuestas todavía más
drásticas del sistema climático como consecuencia de los aspectos todavía no
totalmente incorporados en los modelos climáticos, no hubiera contribuido a espabilar
un poco más a este aletargado sistema socio-político que tenemos… Pero la
realidad es que a pesar de todo esto, las conclusiones de esta primera parte
del AR% son bastante contundentes:
·
The total anthropogenic RF
(radiative forcing) best estimate for 2011 is 43% higher than that reported in
AR4 for the year 2005. This is caused by a combination of continued growth in
most greenhouse gas concentrations and improved estimates of RF by aerosols
indicating a weaker net cooling effect (negative RF)
·
Human influence has been detected in
warming of the atmosphere and the ocean, in changes in the global water cycle,
in reductions in snow and ice, in global mean sea level rise, and in changes in
some climate extremes (Figure SPM.6 and Table SPM.1). This evidence for human
influence has grown since AR4. It is extremely likely that human influence has
been the dominant cause of the observed warming since the mid-20th century
·
A large fraction of anthropogenic
climate change resulting from CO2 emissions is irreversible on a multi-century
to millennial time scale.
·
There is high confidence that
sustained warming greater than some threshold would lead to the near-complete
loss of the Greenland ice sheet over a millennium or more, causing a global
mean sea level rise of up to 7 m. Current estimates indicate that the threshold
is greater than about 1°C (low confidence) but less than about 4°C (medium
confidence) global mean warming with respect to pre-industrial.
La Figura-2 recoge la evolución histórica y las previsiones
hasta el año 2300 de la temperatura superficial media bajo los distintos escenarios
de emisiones empleados por el AR5 (RCP2.6, RCP4.5, RCP6.0, RCP8.5). De estos 4
escenarios de emisiones empleados en el AR5, el RCP2.6 corresponde a un
escenario de extrema mitigación de las emisiones, totalmente alejado de las
tendencias actuales tanto a nivel planetario como de países individuales. Los escenarios
RCP4.5 y RCP6.0 son escenarios de estabilización intermedia, que en la
actualidad también están totalmente alejados de la actitud de nuestro sistema
socio-político (basta con echar un ojo a la COP19…). El escenario RCP8.5 es el
que podríamos considerar el escenario más representativo de la evolución
tendencial actual, aunque sinceramente, para mi gusto se queda incluso corto a
la hora de representar la foto de la evolución tendencial de un sistema
socio-político con taras estructurales que le impiden tomar una clara
conciencia de la realidad y actuar en consecuencia. En efecto, el escenario
RCP8.5 viene a asumir que para el año 2100 habremos quemado del orden de la
mitad de las reservas de combustibles fósiles disponibles: ¿resulta esto
compatible con la actitud de nuestro sistema socio-político de ir como locos a
extraer el crudo del Ártico tan pronto como el calentamiento global empieza a
deshacer el hielo, o de agarrarse irresponsablemente a las promesas del
shale-gas pasando por encima del desarrollo de las renovables, o el
aniquilamiento del despliegue de las renovables en países como España con total
impunidad política a los bárbaros e ignorantes que lo están propiciando?
Sinceramente, yo creo que no, y que el RCP8.5 se queda por
tanto a mitad de camino, resultando probablemente más realista que para finales
del 2100 hayamos agotado las reservas fósiles disponibles: Es decir, el impacto
del cambio climático podría ser incluso considerablemente superior a lo
mostrado por el peor escenario recogido por el AR5 del IPCC, y no conviene
perder esto de vista al revisar los resultados del AR5 y al exigir que se tomen
decisiones políticas en contextos como el de la descafeinada COP19.
Figura-2: Evolución del cambio de temperatura superficial
media en los distintos escenarios del AR5 hasta el año 2300. (Climate Change
2013: The Physical Science Basis, chapter-12)
Bueno, pues partiendo entonces del hecho de que incluso el
escenario de emisiones RCP8.5 puede infravalorar la evolución tendencial, ¿cómo
cabe esperar que se modifique nuestro entorno en base a los resultados del AR5?
La Figura-3 recoge las distribuciones de temperatura media anual
superficial para 2050, 2090 y 2190. Observar como de ‘oscuro’ se pone todo, y
en particular para España. Además de estos incrementos tan importantes en la temperatura
media, a nuestros hijos les vamos a dejar también la herencia de una importante
intensificación de los episodios extremos (también documentada en el AR5) que
ya estamos empezando a experimentar incluso nosotros mismos.
Figura-3: Distribución de temperatura media anual
superficial en tres periodos de tiempo hasta el 2200. (Climate Change 2013: The
Physical Science Basis, chapter-12)
Por lo que respecta a las previsiones de las variaciones del
nivel del mar, la Figura-4 recoge los resultados tanto de la evolución
histórica como de las previsiones de los distintos informes del IPCC (desde
1990-FAR hasta 2013-AR5). A parte de observar la coherencia entre las
previsiones a lo largo de estos últimos 23 años de modelado climático y la
evolución histórica, cuando nos centramos en el escenario del AR5 más
representativo de la evolución tendencial actual (RCP8.5) vemos cómo ya para el
año 2100 cabe esperar incrementos muy importantes del nivel medio del mar, con grandes
consecuencias para los sistemas socio-económicos . Pero una vez más estos
resultados, de cara a la toma de decisiones o de la exigencia a nuestros
representantes políticos de que tengan una actitud responsable, los debemos entender como una estimación
conservadora de cómo puede realmente llegar a desplegarse la realidad:
·
Por un lado está el hecho anteriormente
comentado de que la emisiones tendenciales hasta el 2100 podrían ser
significativamente superiores a las que recoge el RCP8.5
·
Por otro lado está la evidencia científica de
que la respuesta del mar a las perturbaciones climáticas va bastante más allí
en el tiempo del fin de este siglo, tal y como deja claro el gráfico de la
Figura-4 que en 2100 no muestra señal alguna de estabilización, sino más bien
de incremento de la pendiente para los años siguientes. De hecho, juntando esto
con la afirmación dentro del propio AR5 de que para el rango de incremento de temperatura
correspondiente al escenario RCP8.5 cabe esperar el total deshielo de la capa
de hielo de Groenlandia, el incremento del nivel del mar que estamos destapando
ahora llegará a superar los 7 m de altura. En este sentido, gráficos como el de
la Figura-4 no son, desde mi punto de vista, suficientemente contundentes para
apoyar la toma de decisiones políticas porque camuflan las implicaciones a
largo plazo de las decisiones que los políticos y la sociedad estamos tomando
hoy. En efecto, la extrapolación y proyección a mayor plazo de tiempo de los
resultados presentados en Figuras como esta, no son habilidades cultivadas en
exceso, especialmente entre la clase política que funciona básicamente con
intervalos de 4 años…
·
Tampoco tenemos que olvidar que los modelos
actuales todavía no recogen el conjunto de mecanismos de respuesta del sistema
climático ante la perturbación antropogénica. En especial, los mecanismos no
lineales de respuesta lenta y sus incertidumbres, como la posible inversión de
algunos de los feedback negativos actualmente implementados en los modelos como
consecuencia por ejemplo de la liberación del carbono contenido en el
permafrost, podría empeorar significativamente la foto de las repercusiones a
largo plazo de las decisiones que estamos tomando hoy.
Figura-4: Evolución histórica y previsiones del incremento
en el nivel del mar de los distintos informes del IPCC. (Climate Change 2013:
The Physical Science Basis, Technical Summary)
¿Necesitamos más evidencias?, ¿a qué estamos jugando realmente?
Al cambio climático hay que añadir las consecuencias del pico del petróleo en una crisis energética que hará que en el futuro nuestra capacidad para modificar el medio sea cada vez mas pequeña. La tecnología no lo es todo, siempre será necesaria la energía para que que el sistema socioeconómico funcione.
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